sábado, mayo 12, 2007

Constantino Cavafis / Grecia




En la calle

Su bella cara un poco pálida;
sus ojos castaños, ligeramente cansados;
tiene veinticinco años, mas parece de veinte;
un aire de artista en el vestir:
el color de su corbata, la forma del cuello.
Camina sin rumbo por la calle,
como poseído por la sensualidad
del ilícito placer que acaba de gozar.

Constantino Cavafis




C. Cavafis (1863 – 1933)

Constantino Cavafis, Konstantinos Petrou Kavafis (en griego Κωνσταντίνος Πέτρου Καβάφης,) Fue uno de los grandes exponentes de la lengua griega moderna. Expresa a través de la palabra poética temas urbanos e introspectivos por lo cual se le consideró un poeta atípico pero de importancia, después un clásico por excelencia. Nada lo caracterizó más que la expresión en sus versos del amor que lo agobiaba, el homosexual, con la precisión y exactitud de los grandes poetas universales.

*Al leer el poema por primera vez, visualicé a ese galán doblando la esquina después de colmar su pasión entre las nubes de una suripanta ateniense. Sí que es universal. Seguramente fue un ateniense.

viernes, febrero 16, 2007

Oliverio Girondo / Argentina



Aparición urbana

¿Surgió de bajo tierra?
¿Se desprendió del cielo?
Estaba entre los ruidos,
herido,
malherido,
en silencio,
hincado ante la tarde,
ante lo inevitable,
las venas adheridas al espanto,
al asfalto,
con sus crenchas caídas,
con sus ojos de santo,
todo, todo desnudo,
casi azul, de tan blanco.

Hablaban de un caballo.
Yo creo que era un ángel.


Oliverio Girondo


O. Girondo




Argentino nacido en 1891, es considerado el principal teórico y crítico de la famosa revista Martín Fierro que agrupó a los más importantes pensadores argentinos de su generación. Su obra poética abarca poemas en prosa y poemas de extensión media, con cortes de verso muy particulares. Fue un explorador del lenguaje, tal vez un lejano antecesor de lo que después sería llamado “poesía concreta”.
Algunas de sus obras: Veinte poemas para ser leídos en el tranvía, Calcomanías, Espantapájaros, Persuasión de los días, Topatumba. Muere en 1967.



martes, enero 16, 2007

Umberto Saba / Italia



Mujer

Cuando eras
joven molestabas
como la mancha de una mora. También tu pie
te servía de arma, oh salvaje.

Eras difícil de atrapar.

Aún
eres joven, aún
bella. Las huellas
de aquellos años de dolor atan
nuestras almas, son una sola. Y detrás
de los cabellos negrísimos que envuelven
mis dedos, ya no temo la pequeña,
blanca, aguda oreja demoníaca.


Umberto Saba
Traducción de Antonio Colinas

Umberto Saba

Umberto Saba nació en Trieste, Italia, el 9 de marzo de 1883. Se inició en la literatura alrededor de los veinte años. Después de la guerra (I GM), regresó a su tierra y creó la famosa Librería Antica e Moderna. La poesía de Saba logra una gran claridad verbal y dureza . No tiene engañosos efectos métricos.
Publicó Cancionero en 1921, Figura y Canto en 1928, y Palabras (1934); entre otros. Murió en 1957.

viernes, septiembre 29, 2006

Rodrigo Verdugo / Chile


Anochece
En memoria de Stella Diaz Varin

Nos tapamos el rostro con un escombro viudo
pero igual vemos el mar y el cielo: los mismos delirios enraizados
tampoco sabemos que hacer durante el día
salvo tocar la flauta para que se abra la matriz blasfema
donde tú estarás desaprobando ciertas sombras,
ciertas llamas o perfumándote para que los salvajes
te conduzcan en medio de una tempestad de imanes
mira como en ninguna casa nos reciben,
como nos cierran sus puertas le temen a tu cabellera,
porque tiene el designio de esos padres laberínticos
que no tuvieron piedad de la luz
e hicieron un lecho sobre aberraciones de sal.
Vas engrandecida por cenizas lujosas,
por armas de hielo que te rodean en círculos
hasta que ninguno de nosotros puede entrar,
salvo que tú lo quieras salvo
que le hagas la señal a la copa y el cielo enrojezca
mientras aquí nos aferramos al polvo jactancioso,
nos quedamos fuera de todo linaje
mientras la piel atrapa al día
y una amenaza de cáscara se cierne sobre el mundo.
Esos padres laberínticos te están vaciando los ojos,
infringiendo lo conocido del agua
quedan escombros viudos al centro de la noche donde tú estarás viendo
a los pájaros alcanzar la angustia del fuego mientras nosotros vemos
que hombres y pájaros se han quedado para siempre en ello.
Te tapas el rostro con una roca cubierta de pelos
y te despides la misma que te hace odiarnos,
la misma que altera las restauraciones
le otorgas a las lámparas la locura de los cadáveres,
pero se la quitas sin decir nada y resta nada más ver
como son las alas ahora que ningún abismo le falta a la luz.

Rodrigo Verdugo©

R. Verdugo


Rodrigo Verdugo Pizarro, nace en Santiago de Chile el 9 de enero de 1977. Cursa estudios de licenciatura en literatura en la Universidad Ándres Bello. Editor y articulista de la Revista Derrame.
Su obra ha sido publicada en Revistas y Antologias como: Revista Aurora 55, Boletin de la Fundación Pablo Neruda,
Revista Piedrazo, Gaceta literaria El bote, Revista virtual As de Copas, Revista Voces (España), Revista Cognosco (España), Revista digital de literatura y cine Deriva (España), Revista Luke (España), Revista Letras Jovenes (Mexico)
Revista electrónica Letralia (Venezuela), entre otras. Antologia Internacional de poesía amorosa
de Santiago Risso, Ed Alejo, 2006 (Perú), como asi mismo en las paginas web "Sonambula, Surrealismo Latinoamericano" (Mexico), dirigida por el artista mexicano Enrique Lechuga.
En 2002 publica su libro "Nudos Velados". (prologo de Roberto Yáñez e ilustraciones de Aldo Alcota)
Ha sido traducido parcialmente al fránces y al polaco.
En 2004 fue moderador del primer encuentro de poesia regional en la ciudad de Lebu.
En 2005 participa en la exposición colectiva "Derrame, Cono Sur o el viaje de los argonautas" en la Fundación Eugenio Granell (Santiago de Compostela, España) y obtiene el primer lugar en el concurso "Alas De Poesía" organizado por la asociación "Amigos de la Poesia" ( Monterrey, Mexico). Actualmente trabaja en dos libros inéditos: "Anuncio" y "Transmisión debajo de las piedras" y en un ensayo sobre la obra del poeta Gustavo Ossorio.

miércoles, septiembre 06, 2006

Raúl Heraud / Perú


El Evangelio según el Diablo

Pequeño Dios
cuando abandones tu sagrada indiferencia
y dejes la cerradura abierta
para que camellos y locos
sean tan libres como el asesino
de niños
cuando no reclames
tristes almas en las puertas del infierno
y tus angeles afeminados
vengan a vivir
a este enorme panteón
donde ya nadie te nombra
cuando recorras cada pozo de huesos
cada mierdero con sus despojos humanos
comprenderás que no se trata de amor
ni de juicio final
sólo que aquí
huele a muerte
permanentemente.

Del Poemario:"El Arte de la Destrucción"
Inédito - 2006

Raúl Heraud.


Raúl Heraud Alcázar (Lima, 1970)

Licenciado en Psicología, Poeta, Premio “Calidad Educativa”, otorgado por el Consejo Iberoamericano de Educación - 2006. Ha publicado los poemarios “Hecho de Barro” 2001 y “Respuesta para tres o cuatro” 2002 bajo el fondo editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, ha sido incluido en antologías sobre Poesía peruana como “El ojo de la aguja” 2003 y “Ríos viejos voces nuevas” 2004 editado por la Casa del poeta peruano”, parte de su trabajo poético se encuentra disperso en revistas de la capital como Olandina, La tortuga Ecuestre, Educarte, Diario 21, entre otras. Este mes el Magazín Cultural “Vulture” de España le ha dedicado el número completo a su poesía. También ha sido publicado en diversas revistas virtuales de Poesía tales como: Poetas del Mundo, Café Berlín, El Escribidor, Azul@rte, entre otras más. El mes de Julio fue incluido en la antología de “Narradores Garcilasinos en Lima Perú”.
Ha realizado traducciones de poetas brasileros como Vinicius de Moraes y Cecilia Meireles para la revista “Evohé” del taller de Poesía de la Universidad de Lima que dirigía el Poeta Renato Sandoval. En el año 1993 trabajó con el poeta Eduardo Rada por espacio de dos años en el programa radial “Poesía en el Aire”. En el año 2005 emprende su propio proyecto produciendo y dirigiendo junto a su hermano José Carlos el programa cultural “Cantares”. Luego viajó a España a continuar estudios de especialización en Psicología, viaja a Francia y visita por primera vez en París el Cementerio de Montparnasse, lugar donde descansan los restos del vate Peruano Cesar Vallejo. Actualmente ha sido invitado a participar al evento internacional de Poesía que se realizará en la ciudad de Mar del Plata en Argentina y viene preparando la publicación de su tercer poemario “El Arte de la Destrucción”.



Para contactos : raulheraud@yahoo.com

martes, agosto 22, 2006

Manuel Bandeira / Brasil





Madrigal Melancólico

Lo que yo adoro en ti
No es tu belleza.
La belleza es en nosotros donde existe.
La belleza es un concepto.
Y la belleza es triste.
No es triste en sí,
Sino porque hay en ella de fragilidad e incertidumbre.

Lo que yo adoro en ti.
No es tu inteligencia.
No es tu espíritu sutil,
Tan ágil y tan luminoso.
-Ave libre en el cielo matutino de la montaña.
No es tu ciencia
Del corazón de los hombres y las cosas.

Lo que yo adoro en ti
No es tu gracia musical,
Sucesiva y renovada a cada momento,
Gracia aérea como tu propio pensamiento,
Gracia que perturba y que satisface.

Lo que yo adoro en ti
No es la madre que ya perdí.
No es la hermana que ya perdí.
Y mi padre.

Lo que yo adoro en tu naturaleza
No es el profundo instinto maternal
En tu flanco abierto como una herida.
Ni tu pureza. Ni tu impureza.
Lo que yo adoro en ti -¡Lastímame y consuélame!
Lo que adoro en ti es la vida.

Manuel Bandeira
Traducción de Ángel Crespo


Manuel Bandeira



Manuel Bandeira nació en Recife en 1886. Pilar del llamado “modernismo” brasileño que no coincide con el mismo movimiento de las tradiciones poéticas de España y América, ni cronológica ni temáticamente. Ingeniero de profesión, demás de profesor de literatura y excelente antologista.
Murió en 1969, en Río de Janeiro.


lunes, agosto 07, 2006

Mark Strand / E.U.A.





Las cosas enteras


En un campo
soy la ausencia
de campo.
Siempre
sucede así.


Dondequiera que esté
soy aquello que falta.
Si camino
parto del aire
mas siempre
vuelve el aire
a llenar los espacios
donde mi cuerpo estuvo.


Todos tenemos razones
para movernos: yo me muevo
por mantener
enteras a las cosas.


Mark Strand
Traducción de Octavio Paz


Mark Strand



“Dondequiera que yo esté soy aquello que falta” Conjugación de ausencia y presencia que definió la turbadora claridad de su arte.
La poesía de Strand no lamenta el estatus de este mundo, al contrario, lo celebra con artificio y pasión, sus poemas son inquietantes.
Nació en Island, Canadá, en 1934 aunque ha vivido casi toda su vida en Estados Unidos. Ganador de numerosos premios, entre ellos el Pullitzer, resultado de su libro de poesía Blizzard of One (1998). Cosiderado uno de los grandes poetas del siglo XX, es profesor de la Universidad de Chicago.


miércoles, julio 26, 2006

Langston Hughes / E. U. A.




Yo también

Yo también canto a América.
Soy el hermano oscuro.
Me mandan a comer a la cocina
cuando llegan visitas,
mas yo me río
y como bien
y crezco fuerte.

Mañana,
Me sentaré a la mesa
cuando lleguen visitas.
Entonces,
nadie se atreverá
a decirme
-“Vé y come en la cocina”.

Además,
verán que soy hermano
y se avergonzarán.

Yo también soy de América.

Langston Hughes






L. Hughes




Nació en Joplin, Missouri, en el año de 1902. Trabajó en un restaurante, fue marinero, dio clases en varias ciudades del país y del extranjero, fue profesor de inglés en México. Vivió en algunos países de Europa como Francia e Italia, fue corresponsal de una revista de Baltimore durante la Guerra Civil Española. La poesía negra de Langston Hugues se nutre de dos fuentes esenciales, la literatura y espíritu del blues, además de la poesía clásica. También dejó a posteridad un sinfín de retratos poéticos de trabajadores negros. El dolor y el genio de sus hermanos de raza pervive en las letras de Hugues, que en ocasiones logra adquirir una tonalidad mesiánica y de franca rebelión. Murió en 1967.
El tema básico más auténtico de los negros no es el amor, las rosas, el claro de luna, ni la muerte o la desesperación en abstracto, sino la raza y el color (y los problemas emotivos que estas características implican) en un país que trata a sus ciudadanos de color como parias.





viernes, julio 21, 2006

Giusseppe Ungaretti / Italia




La piedad


1

Yo soy un hombre herido

Y me quisiera ir
y llegar finalmente,
Piedad, donde se oye
al hombre solo consigo.

Sólo soberbia y bondad tengo.

Y me siento exiliado entre los hombres.

Mas por ellos padezco.

¿No sería digno de volver en mí?

He poblado de nombres el silencio.

¿He hecho pedazos corazón y mente
para caer en servidumbre de palabras?

Reino sobre fantasmas

Ay hojas secas,
Alma llevada aquí y allá…

No, detesto el viento y su voz
de bestia inmemorial.

Oh Dios, aquellos que me imploran,
¿Nada más que de nombre te conocen?

Me has desechado de la vida.

¿Me desecharás de la muerte?

Tal vez ni aún de esperar es digno el hombre.

¿Se agotó hasta la fuente del remordimiento?

El pecado qué importa
si ya no lleva la pureza.

La carne apenas si se acuerda
de que era fuerte un día.

Está loca y gastada el alma.

Dios, mira la flaqueza nuestra.

Quisiéramos una certeza.

¿Ya ni te ríes de nosotros?

Y compadécenos, pues, crueldad.

No puedo más de estar emparedado
en el deseo sin amor.

Un rastro de justicia muéstranos.

¿Tu ley cuál es?

Fulmíname mis pobres emociones,
Libérame de la inquietud.

Estoy harto de aullar sin tener voz.


Giusseppe Ungaretti



G. Ungaretti




Lejos

Lejos lejos
como a un ciego
me han llevado de la mano


Giusseppe Ungaretti




Poeta y profesor de literatura italiano, nacido en Alejandría, Egipto, el 10 de febrero de 1888. Mientras estudiaba en el colegio suizo de aquella ciudad, se familiarizó con la literatura francesa, lo cual lo preparó para vivir dos años, de 1912 a 1914, en París, en donde estudió en la Universidad de la Sorbona. Allí hizo amistad con poetas como Guillaume Apollinaire, Charles Péguy y Paul Valéry. Fue soldado en la I Guerra Mundial. Trabajó en el ministerio de Asuntos Exteriores en Roma y luego como periodista en 1930, también ejerció como profesor de literatura italiana, primero en São Paulo, Brasil, entre 1936 y 1942, y más tarde en Roma, hasta el año 1959. Publicó numerosos libros de poesía, entre los cuales destaca la serie La vida de un hombre (1942-1961), que le aportó una gran reputación como uno de los fundadores del hermetismo, movimiento que exalta la poesía basada en los sentimientos personales, y al que pertenecieron también Eugenio Montale y Salvatore Quasimodo. Ungaretti fue también un excelente traductor, y vertió al italiano obras como Fedra de Racine, una colección de sonetos de Shakespeare, y poemas de Stéphane Mallarmé y William Blake.
A partir de su obra surge una nueva tendencia de la lírica en verso: La metáfora-espejo, donde el mundo se mira a sí mismo y se reconoce, volviéndose real. En su poesía late la necesidad de recobrar la inocencia primera, perdida y olvidada por el hombre moderno, esclavo de esclavos. Murió en Roma, en las primeras horas del 2 de Junio 1970.

lunes, julio 17, 2006

Dino Campana / Italia


Furibundo

Yo la había abrazado.
Mientras que afanoso por la ciega embriaguez
titubeaba ofuscado en los límites
y, con apresurados golpes, replicaba
en la puerta de las eternas dulzuras,
de repente, sobre mi espalda,
se alzó y volvió a caer martilleando sordo
y rítmico su pie. Fue el recuerdo
del instante huidizo en la plenitud
fantástica, la llamada de la muerte.
Ardiendo entonces desesperadamente
redoble mis fuerzas ante aquella llamada
fatídica, y jadeando en la morada
traspasé la nada y la embriaguez, penetré
fiero, con ardor, alta la frente,
empuñando la garganta de la mujer,
victorioso en el místico castillo,
en mi antigua patria, en la gran nada.

Dino Campana
Traducción de Antonio Colinas



D. Campana

Nació en Marradi, Italia, el 20 de agosto de 1885. Viajero que consideraba a la poesía como un reducto para explorar las vías del autoconocimiento. Tuvo una vida furiosa, se empleó como estibador, obrero, peón y músico ambulante. Rayó con intensidad en los abismos de la locura, misma en donde encontró luego un cauce sereno para la escritura poética. Muestra de ello son los Cantos Órficos, su única obra publicada. Campana fue el poeta de su propia locura, representó un momento límite en la poesía italiana del siglo XX, pues buscaba un acto original, lejano, perdido entre los laberintos de la historia y la vida individual, que es necesario recobrar para comprender lo insustancial que el mundo otorga al hombre. Murió en un hospital psiquiátrico florentino el 1 de marzo de 1932.

jueves, julio 13, 2006

Ismael Lares / México




Constructor de Versos

Mis versos amanecen
Ingieren el desayuno espiritual
de mi ostentación
de mi resaca interior

Mis versos desnudan raíces
y extraen los nutrientes del alma
No hay semántica tras mi antifaz
Ni erudición entre signos interrogantes

Soy rumiante de palabras
Soy destilería
Albañil de la imaginación
Cincel de monolitos sintácticos

Es mi oficio la ingeniería del verso
Cimientos e imaginación
Producir excitaciones al ritmo del alma
y erigir monumentos verbales

Ismael Lares©



I. Lares


Poeta radicado en Durango. Obtuvo una mención el 7º Concurso Nacional Juvenil de Ensayo sobre Derechos Humanos 2003, otorgado por el Instituto Mexicano de la Juventud. Tiene inédito el libro de poemas, Dialéctica de la vida surrealista. Ha publicado poemas y ensayos en diversas revistas especializadas. Ha participado en talleres de creación poética, así como en encuentros de escritores.

martes, julio 11, 2006

Homero Aridjis / México




Poema de amor en la ciudad de México


En este valle rodeado de montañas había un lago,
y en medio del lago una ciudad,
donde un águila desgarraba una serpiente
sobre una planta espinosa de la tierra.

Una mañana llegaron hombres barbados a caballo
y arrasaron los templos de los dioses,
los palacios, los muros, los panteones,
y cegaron las acequias y las fuentes.

Sobre sus ruinas, con sus mismas piedras
los vencidos construyeron las casas de los vencedores,
erigieron las iglesias de su Dios, y las calles
por las que corrieron los días hacia su olvido.

Siglos después, las multitudes la conquistaron de nuevo,
subieron a los cerros, bajaron a las barrancas,
entubaron los ríos, talaron árboles,
y la ciudad comenzó a morir de sed.

Una tarde, por una avenida multitudinaria, una mujer vino hacia a mí,
y toda la noche y todo el día
anduvimos las calles sin nombre, los barrios desfigurados
de México-Tenochtitlán-Distrito Federal.

Entre paquetes humanos y embotellamientos de coches,
por plazas, mercados y hoteles,
conocimos nuestros cuerpos,
hicimos de los dos un cuerpo.

Cuando ella se fue, la ciudad se quedó sola,
con sus muchedumbres,
su lago desecado, su cielo de nebluno
y sus montañas invisibles.

Homero Aridjis©



H. Aridjis



Nació en Contepec, Michoacán en 1940. Periodista, novelista y catedrático, fue becario de varias instituciones mexicanas. Profesor de literatura mexicana en varias universidades norteamericanas. Obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia correspondiente a 1964 y el Premio Internacional Novedades y Diana. Recibió la beca Guggenheim en 1966-1967 y en 1979-1980.
Su poesía, en un principio influenciada por Octavio Paz, ha pasado de la riqueza metafórica y visual de sus primeros libros a una sencillez discursiva que, como la de José Emilio Pacheco, busca acercarse a la limpidez. Una recopilación de su poesía se publicó en 1987 bajo el título Obra poética (1960-1986). En 1996 publicó ¿En quién piensas cuando haces el amor?
En la actualidad preside una organización ecológica, el Grupo de los Cien, que lleva más de diez años luchando en contra de las agresiones hechas por el hombre a la naturaleza, y especialmente en su país. Aridjis lucha por conservar los bosques, detener la matanza de tortugas y ballenas, denunciar el tráfico de animales, etcétera.

lunes, julio 10, 2006

una de dos:

1.- Fui seleccionado aleatoriamente por el sistema para ser eliminado en busca de más espacio en los servidores centrales de Blogger, o...

2.- He sido jaqueado, jakeado... hackeado, como sea, suena igual y se siente lo mismo.


Cualquiera que haya sido el motivo, gracias. Siempre viene bien un cambio.

Monosofía sigue...